Javier Salinero, directivo de la asociación que llevará a cabo acciones de ayuda a la población afectada por la erupción volcánica gracias al libro ‘Las otras historias del volcán’ opina que las Administraciones públicas «no están yendo al ritmo que requiere una catástrofe de esta magnitud» y que no puede imperar el «relato de que todo está resuelto»
EL VALLE
Javier Salinero es uno de los fundadores de la Asociación Tierra Bonita, que nació para ayudar a la población afectada por la erupción volcánica. Este podólogo diplomado por la Universidad Complutense, con una clínica en El Paso, forma parte de la directiva de un colectivo que, junto con la ONG vasca Galdakao, fueron los únicos que durante semanas se movilizaron para limpiar la ceniza de viviendas en la zona de exclusión durante el fenómeno eruptivo, hasta que semanas después se encomendaron también a esa labor soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y de los ayuntamientos, y, ya pasada la erupción, del plan extraordinario de empleo.
Nueve meses después de acabada la erupción, Tierra Bonita asume con «orgullo y responsabilidad» el encargo de la productora audiovisual I LOVE THE WORLD para gestionar acciones de ayuda a la población damnificada en esta catástrofe, que se financiarán con la venta del libro Las otras historias del volcán.
En esta entrevista Salinero explica que Tierra Bonita ha puesto en marcha la web El Valle como un servicio a las familias afectadas por el volcán, con información «apolítica y veraz», que sea útil a la sociedad. A su juicio, «la gente del Valle de Aridane sabemos que la gestión de esta emergencia ni se hizo maravillosamente bien ni esto ya está resuelto, pero este es el relato que impera desde las instituciones públicas», las cuales, desde su punto de vista, «no están yendo al ritmo» que precisan las personas damnificadas.
¿Qué representa para esta asociación el encargo de I LOVE THE WORLD de ayudar a los afectados con los beneficios de la venta de un libro tan emotivo y desgarrador como Las otras historias del volcán?
Pues un enorme orgullo y al mismo tiempo una enorme responsabilidad. Un orgullo porque los motivos para elegirnos fueron que le inspirábamos confianza por nuestra forma de trabajar, buscando la eficiencia económica (optimizar al máximo los donativos), y además que era conocedor de nuestra transparencia, que ha sido nuestra bandera desde el inicio de nuestra Asociación. Y al mismo tiempo una enorme responsabilidad, porque implica el gestionar un patrimonio cultural e histórico (el libro y todos sus testimonios), y los beneficios obtenidos por su venta de la manera más adecuada posible para ayudar al máximo posible a todos los damnificados.
La primera acción es la puesta en marcha de una web informativa para, con y sobre los afectados. ¿Cuáles son los objetivos de esta iniciativa?
El objetivo fundamental es que los afectados tengan un punto de información objetiva, apartidista y veraz sobre todo lo que les atañe (noticias, ayudas, subvenciones,…). Y de forma indirecta, lo que se pretende es que sean conocedores de todas las opciones de las que disponen con esa información, para que puedan actuar de una forma más informada y consciente y, en definitiva, puedan defender al máximo sus derechos. La información es poder.
«SI LOS INGRESOS NOS LO PERMITEN, CREAREMOS UNA OFICINA DE ASESORAMIENTO PRESENCIAL A LOS AFECTADOS»
¿Qué otras acciones tiene en preparación Tierra Bonita para ayudar a la población damnificada con la aportación de I LOVE THE WORLD?
Queremos, si los ingresos de venta lo permiten, establecer un punto de información y asesoramiento en nuestras propias oficinas, para que los damnificados puedan informarse presencialmente, de forma personalizada y de manera objetiva de las ayudas existentes. Ya tenemos los equipos informáticos para ponerlo en marcha, pero nos falta el dinero para la contratación de esa persona que pueda asesorarles. Muchos damnificados no disponen de equipamiento informático en sus domicilios actuales, y otros muchos no entienden bien los procedimientos para solicitar las ayudas. Este servicio de asesoramiento vendría a cubrir esas carencias. Igualmente, si las ventas van mucho mejor y tienen la proyección nacional e internacional que esperamos, pues estableceríamos programas de ayuda específica a personas en especial situación de vulnerabilidad.
¿Qué le parece la acogida que está teniendo el libro?
Maravillosa. Sabíamos que el libro es una joya gráfica, por la potencia de las imágenes, y sobre todo una joya testimonial, por lo brutal de los testimonios que en ella se reflejan… pero luego hay que conseguir que ese producto se valore, se aprecie y se venda. Y sin duda se está haciendo. Sólo en preventa para la isla ya vendimos miles de ejemplares, en la segunda fase cuando lo hemos sacado al resto del archipiélago también se está vendiendo muy bien. Ahora ya hay que dar el salto definitivo saliendo al mundo entero de la mano de muchos personajes conocidos que nos quieren echar una mano.
Las ediciones en varios idiomas, ¿cree usted que permitirán que los turistas se interesen por esta publicación?
Sin duda, hará el producto atractivo para ellos al estar disponible en su idioma, porque las imágenes son universales, pero los testimonios son la verdadera fuerza y el motor real del libro.
¿El libro marcará un antes y un después en el relato de esta catástrofe?
Con esa idea nació y con esa idea va creciendo, queremos que haya un relato real desde los damnificados, que son los que han vivido esta catástrofe en primera persona. Por ahora las instituciones van ganando el relato, pero la gente de aquí sabemos que ni esto se hizo maravillosamente bien ni esto ya está resuelto, que es el discurso imperante desde las instituciones y el mensaje que está calando fuera de la isla.
¿En qué otros proyectos está ahora trabajando Tierra Bonita?
Colaboramos con cualquier empresa, asociación, institución o personas individuales que quieran ayudar o tengan ideas para los damnificados. Damos respaldo a asociaciones en la presentación de proyectos, prestamos el local a quien lo necesite, hacemos ventas de camisetas para seguir recaudando fondos, donamos camisetas para financiarse con su venta asociaciones de padres, hemos repartido entre los damnificados una donación de plantas de un vivero que nos hizo, cajas de frutas y verduras de un empresario hortofrutícola,… Estamos donde se nos requiera y para lo que se nos requiera.
¿Cómo se puede colaborar con esta ONG, aparte de comprando el libro?
De múltiples maneras. La más sencilla es siendo socio: se paga una cuota testimonial de 5 euros anuales, y se puede echar una mano en cualquiera de los actos que organizamos. Colaborando como voluntario en cualquiera de las acciones que hacemos. Comprando merchandising (camisetas, talegas para la compra, maillots ciclistas,…) Compartiendo nuestras acciones en redes sociales (la visibilidad es fuerza de acción). Toda ayuda es bien recibida.
«SIN LAS ONG ESTO HABRÍA SIDO UNA CATRÁSTROFE AÚN DE MAYORES DIMENSIONES»
¿Cuál ha sido a su juicio la importancia de las ONG humanitarias, de la sociedad civil, en la atención a los afectados durante esta catástrofe? ¿Qué hubiera pasado de no haber este voluntariado social?
Sin las ONG esto habría sido una catástrofe de mayores dimensiones. Sin el operativo que montó Cruz Roja muchísima gente en los primeros días no habría tenido ni ropa ni comida. Sin GBGE que vino a limpiar ceniza de los tejados de las casas se habrían caído muchísimas más viviendas con lo que ahora hablaríamos de mucha más gente sin vivienda (junto con Tierra Bonita fuimos los únicos que hicimos esa labor durante semanas hasta que empezó a hacerlo la UME también, por nuestras solicitudes permanentes para que así fuera).
Y sin la sociedad civil que se volcó, el trabajo de todas las ONG no habría sido posible. Además que inicialmente quien más ayudó dando alojamiento a los damnificados fueron los propios familiares, amigos o simplemente gente que ponía a disposición de quien lo necesitaba segundas viviendas o incluso habitaciones en su propia casa.
Y luego hay que dar valor a los que volaron drones, especialmente por la intensidad y esfuerzo que puso I Love The World, porque estuvieron aquí meses sufragados de su bolsillo para poder informar a los desalojados del estado de sus propiedades. La incertidumbre durante toda la crisis hizo un daño terrible.
¿Qué percepción tiene usted hoy en día de cómo está gestionándose la recuperación socioeconómica de la zona afectada?
Pienso que la Administración pública no está yendo al ritmo que requiere una catástrofe de esta magnitud. Entiendo que la ley marca unos plazos, pero también es cierto que la ley se puede cambiar, sólo hace falta tener voluntad para hacerlo. Sólo hay que recordar que la Constitución, esa ley suprema que todo lo supedita, se cambió en una sola noche a petición de Europa en el 2011 con un pacto entre los dos grandes partidos sin mediar referéndum ninguno… Todo es cuestión de querer hacer las cosas, o de que los que tienen que exigirlo lo hagan con la suficiente fuerza y vehemencia.
Si en diciembre, cuando se da por apagado el volcán, se ponen de acuerdo los representantes insulares de PP, PSOE y Coalición Canaria, y se presentan en el Congreso de los Diputados con representantes de las asociaciones de damnificados a llevar un paquete de medidas especiales para la isla, eso no hay político que se oponga: compra de grandes bolsas de terreno para su recalificación inmediata posterior y urbanización para reubicar los barrios, créditos blandos para las empresas, medidas de estimulación de implantación de empresas en la zona, reducción del IRPF en la isla como en Ceuta y Melilla fomentando la implantación de empresas de fuera y la recuperación de las existentes… Sigue faltando consenso y voluntad real, es momento de mirar por la isla y remar todos a una, nos va el futuro en ello.
¿Quién es quién en Tierra Bonita? ¿Quiénes componen la directiva?
No nos gusta personalizar, simplemente somos gente normal con una vida normal, alejados de toda connotación política. Hay miembros de la directiva que son damnificados directos, y otros que no lo somos, aunque realmente somos conscientes que en esto estamos afectados todos, directa o indirectamente. Nos une el querer trabajar para los damnificados con nuestros escasos medios, pero, sobre todo, nos motiva el poder movilizar a todos los damnificados para que conozcan sus derechos y luchen por recuperar sus vidas de la forma más justa y equitativa posible. Nuestra fuerza no son los nombres, nuestra fuerza es la movilización masiva en pro de una causa justa, y esa es la fuerza más potente que existe en el mundo.