Poca o ninguna autocrítica pública se ha escuchado a científicos y políticos sobre cómo manejaron la emergencia volcánica de La Palma en 2021, pese a que los damnificados han criticado que no se les evacuara antes de una erupción con indicios de inminente, lo que puso en riesgo sus vidas, y muchas familias no pudieron salvar bienes muebles y animales. Por eso cobran mucho interés unas declaraciones públicas del coordinador científico del Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN), Nemesio Pérez, quien, preguntado si se debió alertar a la población antes para que tuviera más tiempo de reacción, respondió: «Se podría y se debía […]. No puede volver a ocurrir lo que ocurrió en La Palma».
Estas declaraciones las hizo el conocido vulcanólogo durante una entrevista emitida este mes de febrero en Canal 4 (en La Palma Canal 11), en la que el director de esta empresa televisiva, Dailos Cañizares, le planteó varias preguntas sobre asuntos que han levantado ampollas en la Isla Bonita desde el inicio de la catástrofe de 2021, sin que nadie, ni científicos ni autoridades políticas, hayan dado respuesta satisfactoria.

Sin duda, el caballo de batalla de los afectados es que la erupción les pilló en sus casas, lo que consideran un gravísimo fallo de los responsables del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (PEVOLCA), por lo que tuvieron que salir corriendo, en el caso de los núcleos habitados más próximos dejando atrás todo: enseres, objetos personales y animales, por lo que vivieron la amarga experiencia de haber estado en el disparadero de la ruleta rusa del volcán, que podía haber salido bajo las viviendas y haber provocado una masacre humana.
La pregunta del presentador del programa fue muy clara en este sentido: «Se hubiera podido hacer algo distinto en La Palma? Una de las cuestiones que nos comparten muchos testimonios en la vertiente de El Paso y Los Llanos, es que no les dieron tiempo de sacar cosas. ¿Se podía dar una alerta, una alarma, para que la gente tuviera un mayor tiempo de reacción?».

Y la respuesta de Nemesio Pérez, pese a sus intentos de no cargar las tintas contra nadie en concreto, tampoco deja lugar a dudas: «Se podría y se debía. La probabilidad de erupción se incrementaba día tras día. Hay que poner las cosas en su contexto. Nos sorprendió a todos, esa aceleración del proceso el domingo por la mañana fue bastante importante. Pero reconozco que el sistema en su conjunto, los responsables de Protección Civil y los que estábamos trabajando para el comité científico del PEVOLCA… ese trabajo tiene que mejorar. O sea, no puede volver a ocurrir lo que ocurrió».
La otra pregunta que le hizo el director de Canal 4 es por qué erupcionó el Tajogaite con el nivel de alerta, más conocido como semáforo volcánico, en amarillo, sin pasar por el nivel intermedio de naranja, que es el que, según el protocolo del PEVOLCA, el que corresponde cuando la erupción es inminente, en cuyo caso, además, procede evacuar. La erupción ya implica semáforo o nivel rojo.

A esta cuestión, el vulcanólogo respondió desmarcando la toma de esa decisión a los científicos y atribuyéndosela a los políticos: «Lo primero que los ciudadanos tienen que entender es que la responsabilidad de colocar la posición del semáforo no es del comité científico sino de la dirección del PEVOLCA».
«Nosotros en el comité científico lo que hablamos son valoraciones y de pronósticos, y son ellos [el comité director], después de oír las valoraciones y los pronósticos, quienes deciden», señala el director de INVOLCAN.
GRABACIONES OCULTAS A LA OPINIÓN PÚBLICA
Tres años y dos meses después de apagado el volcán, la opinión pública sigue sin poder conocer las deliberaciones que hubo en el seno del comité científico y del comité director en los días y horas previos a la erupción. Ni el Gobierno canario de entonces (formado por PSOE-NC-Sí Podemos Canarias-ASG) ni el actual (CC-PP-ASG-AHI) han accedido a divulgar su contenido.
Durante más de dos años se reclamaron las actas de las reuniones, pero en 2024 el Ejecutivo regional aseguró que no las hay, pese a que el PEVOLCA las exige, pero sí existen grabaciones. Desde junio del pasado año el Gobierno autonómico anunció que recabaría un nuevo informe jurídico que vuelva a analizar esta cuestión.
Ningún científico ni ningún político de los que participaron en el operativo de esta emergencia volcánica ha defendido, si quiera insinuado, que no le importa que se publique esta documentación.
En un contexto así, los damnificados y la sociedad en general solo saben de esas reuniones lo que los propios científicos y políticos han ido comentando que se dijo, pero sin certeza alguna de si fue así o no. Sin embargo, el portavoz de INVOLCAN, David Calvo, declaró en prensa al día siguiente de erupcionar el Tajogaite que este instituto científico había advertido de que la erupción era inminente, y así lo afirmó luego en otra publicación, como ya informó EL VALLE.
Pues bien, preguntado en Canal 4 por cuál fue la postura de INVOLCAN en la reunión del día 21 de septiembre de 2021 por la mañana, unas horas antes de erupcionar el volcán, Nemesio Pérez respondió de este modo peculiar: «El mismo domingo que entra en erupción hubo miembros del comité científico que decían que no iba haber erupción», pero a renglón seguido indicó que con esto nombraba «el pecado, pero no al pecador» y añadió que él no fue de los que mantuvo esa postura: «Ahí me puedo excluir yo».
«AQUEL DOMINGO EL PROCESO SE ACELERÓ MUCHÍSIMO»
Sobre lo que INVOLCAN defendió en aquellas reuniones del PEVOLCA, Nemesio Pérez no quiso concretar sino que se expresó en términos genéricos: «Decíamos que la probabilidad de una erupción estaba incrementándose; o sea, que era mayor el viernes que el jueves, y también es verdad, para ser justos, es que el tema se aceleró muchísimo el domingo».
Aquí el vulcanólogo indicó que, con tales discrepancias entre científicos, los políticos no lo tenían fácil porque «unos dicen A, B o C», y si bien primero comentó que hacía esta salvedad «para quitar también responsabilidades a la dirección del PEVOLCA», a renglón seguido rectificó: «Bueno, quitarlas no, porque las tienen ellos», es decir, los miembros del comité director.
SOSPECHOSAS CONTRADICCIONES Y RECTIFICACIONES EN EL IGN Y EL GIME

Pero si hay un contradictorio testimonio que ha aumentado las suspicacias de las personas damnificadas sobre lo ocurrido en esas reuniones del PEVOLCA es el dado por la que fuera portavoz del comité científico y director regional del Instituto Geográfico Nacional (IGME).
En el año 2022, esta experta declaró ante una comisión del Parlamento de Canarias que desde el día anterior a la erupción había unanimidad en que era «inminente» , y al ser cuestionada sobre por qué no se cambió el semáforo a naranja, se remitió a lo que prevé el PEVOLCA cuando se da esa circunstancia, es decir, que los políticos tenían que elevar el nivel de alerta y dar la orden de evacuar.
Pero hete aquí que al día siguiente, ante la polémica suscitada, Blanco se desdijo y afirmó en un comunicado del Gobierno canario que en realidad en el informe elaborado por el comité científico horas antes de la catástrofe no se usó la palabra «inminente» porque había discrepancias entre si la erupción podría comenzar en horas o en días.
Pues bien, de ser así, nadie ha explicado por qué los políticos tomaron como referencia «días» en lugar de «horas», contraviniendo un elemental principio de precaución, lo que supuso que la erupción sorprendiera a la población en sus casas, sin haber sido avisada a tiempo.
Pero el problema de las contradicciones de la entonces portavoz científica del PEVOLCA es que en una entrevista posterior concedida a Efe, llegó a manifestar que en realidad no había indicios de que la erupción fuera inminente.
Es decir, completó un giro de 180 grados a su versión inicial. Algo inaudito tratándose de un asunto tan grave como la peor catástrofe volcánica de Europa en el último siglo y el puesto crucial que ella tenía, la de dirigir en Canarias el instituto encargado legalmente de velar por el riesgo volcánico en España. ¿Cuál es de sus versiones es la verdadera y cuál es la falsa? Sigue sin aclararse, sigue sin investigarse.

Por si este recular de Blanco no fuera poco, los damnificados han contemplado también con perplejidad cómo el Instituto Geológico y Minero (IGME), dirigido en Canarias por Nieves Sánchez, publicó a fines de 2021 un artículo en la revista Consorseguros, firmado por 23 científicos de esta institución adscrita al CSIC, en la que de forma argumentada y apoyada en gráficos dejaba claro que había advertido de la erupción 24 horas al Ejército, a las autoridades y la UME.
Esa publicación pasó desapercibida hasta que 14 meses después la Iniciativa de Ciudadana de Apoyo a los Afectados del Volcán la consideró una prueba de que los políticos no hicieron caso a los científicos.

Ipso facto, el IGME hizo circular un extraño comunicado en el que anunciaba que el autor de ese artículo, pese a ser uno más de su equipo, lo había mandado a publicar sin dárselo a leer a los demás coautores, y que había incluido hechos que no sucedieron, es decir, que se había inventado que avisaron de la inminencia de la erupción; por lo que el IGME iba a pedir que se eliminara esta publicación de la revista. Y así ocurrió. Otra extraña rectificación que dispara las suspicacias de los damnificados.
Tantas y tan extrañas rectificaciones y contradicciones no han sido investigadas por la Justicia, que ha archivado en España la querella presentada por la asociación Tierra Bonita, pendiente ahora de su recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

De lo sucedido en el comité científico existe además el testimonio de uno de sus miembros, Eugenio Fraile, investigador del Instituto Español de Oceanografía (IEO), quien, entrevistados en un documental, dejó patente que la palabra que se usó en el comité científico sobre la erupción fue «inminente».
Con todos estos elementos, no es de extrañar que no pueda hablarse de transparencia, sino de mucha confusión y opacidad, sobre cómo fue realmente la toma de decisiones en la emergencia del Tajogaite que condujo a que no hubiera evacuación preventiva general.
EL PEVOLCA, REPROBADO POR LOS DAMNIFICADOS

Por tanto, concluyen los damnificados que el hecho de no haber muertes al erupcionar el Tajogaite fue producto de la suerte, y no de la buena puesta en práctica del PEVOLCA, a pesar de que desde los poderes públicos se ha tratado desde el primer momento de correr un tupido velo sobre ese estrepitoso fallo y de sembrar en la opinión pública la versión de que la gestión del plan de emergencias resultó un éxito por el que unos y otros reciben medallas y reconocimientos.
No debe menospreciarse el hecho de que 14 colectivos, prácticamente la totalidad de las asociaciones de damnificados y vecinales de la zona emitieron un comunicado conjunto en el que reprobaron por esta razón los premios dados a responsables del PEVOLCA, por inmerecidos.
Llegados a este punto, ahora que en Tenerife los científicos han advertido de «anomalías» en la actividad volcánica de la isla del Teide y ninguno se atreve a descartar que a medio y largo plazo puedan desembocar en erupción, analizar sin tapujos ni censuras lo acontecido en La Palma puede contribuir a que, como sociedad, aprendamos para la próxima. Lo contrario, mantener bajo llave las grabaciones del PEVOLCA, como han señalado hasta la saciedad los afectados del Tajogaite, nos puede condenar a repetir la historia.