Un total de 13 entidades ciudadanas de La Palma, entre las que figura la práctica totalidad de los colectivos de afectados creados a raíz de la erupción de 2021, han remitido un escrito al Cabildo de La Palma en el que solicitan un reconocimiento institucional para el fotógrafo Alfonso Escalero, director de la empresa I Love The World, por su constante e “inmensa” ayuda altruista a cientos de familias afectadas desde que se produjo esta catástrofe hasta la actualidad.
En concreto, en el escrito se propone que, preferiblemente, se le conceda el título de Hijo Adoptivo de La Palma. La solicitud de un reconocimiento oficial para Escalero la suscriben la Asociación Tierra Bonita, la Asociación Social Volcán Cumbre Vieja, la Plataforma de Afectados por la Erupción del Volcán de Cumbre Vieja 2021, la Iniciativa Ciudadana de Apoyo a los Afectados del Volcán, la Plataforma Jaraco de Afectados de Puerto Naos y La Bombilla, la Asociación de Vecinos de La Laguna, el Colegio Público de Todoque, la Asociación Hagamos Pueblo, la Asociación Protectora de Animales y Plantas Benawara, la Unidad de Protección Animal (UPA-La Palma), la Asociación de Animales Abandonados (AANIPAL), la Asociación Agua para La Palma y la Plataforma por un Precio Justo y Auténtico del Plátano. A este listado está previsto que se sumen más colectivos.
Alfonso Escalero Suz nació en Madrid el 11 de marzo de 1971, si bien a los pocos días sus padres se trasladaron a Málaga, donde residió hasta los 18 años, cuando se decidió a vivir en Tenerife y es donde está afincado. Inició estudios de Arquitectura Técnica y, tras muchos años en el mundo empresarial, consiguió dedicarse de lleno a su gran vocación, la fotografía y el vídeo documental, con el que la naturaleza es su principal inspiración, realizando trabajos reconocidos en España y en el extranjero, para importantes entidades públicas y privadas.
En 2011 fundó la empresa I Love The World, a raíz de la erupción del volcán de Tagoror, en El Hierro, una productora especializada en contenidos profesionales de alta calidad en fotografía y vídeo tanto por tierra, mar y aire.
“Al inicio de la erupción de 2021”, relatan los proponentes, “acudió a La Palma con la intención inicial de grabar imágenes de un fenómeno geológico tan imponente, pero a las pocas horas, al ver el rastro de destrucción que iba dejando la lava, puso toda la innovadora tecnología y la calidad de sus grabaciones a disposición de la población evacuada por este desastre natural en el Valle de Aridane, renunciando a cualquier lucro, de forma totalmente altruista”.
“Con gran sentido de la solidaridad, calidad humana y sensibilidad”, prosigue el escrito de los 13 colectivos, “no dudó en ayudar desde entonces, de modo desinteresado, a las cientos de familias damnificadas que le fueron pidiendo, con el paso de los días, imágenes aéreas para conocer y documentar el estado de sus viviendas dentro de la llamada zona de exclusión, debido a que esta catástrofe destruyó propiedades a lo largo de casi tres tortuosos y desesperantes meses.
Durante el proceso eruptivo, por tanto, facilitó información en tiempo real del estado de propiedades, grabando con drones dotados con cámaras de 360 grados, miles de localizaciones a petición de los vecinos y que luego fueron consultadas por miles de damnificados en las redes sociales. Existe constancia de que hay familias que gracias al valor probatorio de estas fotos aéreas pudieron lograr del Consorcio de Compensación de Seguros indemnizaciones inicialmente denegadas por pérdida de viviendas en la erupción.
Acabada la erupción, y tras numerosos viajes a La Palma, en ocasiones con su equipo de profesionales, Alfonso Escalero ha continuado retratando las coladas en innumerables localizaciones concretas solicitadas por cientos de familias afectadas, material que igualmente pública en las redes sociales, siempre con la indicación en cada foto de que es “petición vecinal”.
Gracias a la posibilidad que le ofrecían sus drones, participó de manera activa en la búsqueda de animales perdidos siguiendo sus huellas y facilitando esta información a las diferentes asociaciones protectoras y veterinarios.
En 2022, “sobrecogido” por las vivencias de la catástrofe que le habían hecho llegar cientos de personas evacuadas y también personal que participó en los servicios de emergencias, decidió editar por su cuenta y riesgo el libro benéfico Las otras historias del volcán, la mayor compilación de testimonios de damnificados publicada hasta ahora, acompañada de sobrecogedoras imágenes aéreas.
Este libro, editado en tres idiomas (español, inglés y alemán) constituye “un registro histórico, un valioso documento de relatos en primera persona, con el objetivo de sanar heridas y mostrar lo ocurrido, concienciar y aprender de los errores cometidos para futuras erupciones en un Archipiélago donde las volverá a haber tarde o temprano, al ser una región volcánicamente activa”.
Como se relata en el libro, acerca de la labor de Alfonso Escalero en La Palma, “hay que ser muy valiente para actuar así, [..] sin apoyos, sin nadie que les cubriera las espaldas, sin salvavidas ni paracaídas. Hicieron lo que tenían que hacer en esta crisis sin precedentes, sin esperar nada a cambio, salvo el sentido y sincero agradecimiento del pueblo palmero”.
Por decisión de Alfonso Escalero, los beneficios de la venta de este libro se han dedicado enteramente a diversas acciones solidarias en favor de la población afectada por el volcán, a través de la Asociación Tierra Bonita.
Gracias a Las otras historias del volcán se creó desde el verano de 2022 un servicio de comunicación profesional para la población afectada por la erupción con servicio gratuito de gabinete de prensa para las plataformas y asociaciones ciudadanas, con elaboración y difusión de numerosos comunicados, ampliamente difundidos dentro y fuera de la isla, y se ha editado un diario digital centrado en la actualidad relativa a esta emergencia volcánica y el proceso de reconstrucción, que ha permitido dar voz a cientos de damnificados.
Otra de las contribuciones de Alfonso Escalero es la realización altruista de imágenes térmicas de las coladas, ante la demanda masiva de esta información por parte de afectados que necesitaban datos de la evolución de temperaturas a nivel superficial de sus terrenos en las coladas de lava.
Además, desde la erupción a la actualidad ha puesto a disposición de la sociedad, de manera desinteresada, miles de impactantes fotografías y vídeos de la zona afectada, que ha publicado para que cientos de medios de comunicación de toda índole con millones de personas de audiencia, tanto a nivel nacional como internacional, muestren al mundo lo que ha venido sucediendo en La Palma con este desastre natural y que nunca se olvide lo ocurrido, “sabedor de que al apagarse el volcán también se apagan la mayoría de las cámaras que pusieron La Palma en el foco de la actualidad mundial”.
Con los fondos recaudados por la comercialización del libro, gestionados por la asociación Tierra Bonita, se han distribuido, mediante la asociación Hagamos Pueblo, bonos de comida, ropa y combustible a la población damnificada.
En el escrito remitido al Cabildo se destaca que “Alfonso Escalero siempre llevará La Palma tatuada en el alma, pues podría haber acudido a la isla a realizar su trabajo de documentalista durante la erupción, apagar la cámara y marcharse; pero no fue así: dando un ejemplar testimonio de humanismo y ética, decidió dedicarse en cuerpo y alma a ayudar a la población golpeada por esta catástrofe, y, por extensión, a toda la Isla Bonita. Y a día de hoy continúa con su compromiso humanitario de seguir prestando ayuda a las personas más vulnerables, a quienes peor lo están pasando”.
De hecho, sigue en contacto aún hoy en día con la mayoría de los afectados que en su momento le pidieron ayuda, con quienes intercambia información sobre la evolución del proceso de reconstrucción, por lo que mantiene un estrecho vínculo con la población afectada.
Por todo ello, las entidades ciudadanas mencionadas consideran que Alfonso Escalero reúne méritos para que la máxima institución de la Isla le otorgue el reconocimiento solicitado, petición en la que esperan que el Cabildo tenga en cuenta que se trata de una muestra de gratitud surgida de la propia población damnificada.