Francisco Pulido reivindica ante la tumba de sus padres en Las Manchas «desobediencia civil para volver a las coladas»

El físico químico Francisco Pulido ha protagonizado este domingo un nuevo acto de protesta, con llamada a la «desobediencia civil», al entrar en la zona de exclusión tras la erupción volcánica de La Palma y acceder al cementerio de Las Manchas. Allí ha visitado, con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada, la tumba de sus padres. Lo ha hecho este 19 de marzo, Día del Padre, y ha colocado una pancarta en el camposanto con la que reivindica el derecho de los damnificados por la erupción a volver a sus propiedades y habitar de nuevo sus terrenos.

Con ello, este profesor jubilado de Física y Química en Secundaria y también licenciado en Pedagogía, se posiciona contra los decretos de la nueva ordenación territorial. También se ha quejado de que a los propietarios de tumbas no se les mantenga informados del proyecto para recuperar este cementerio. Pulido ya protagonizó hace unas semanas otro acto de «desobediencia civil» al entrar sin permiso en Puerto Naos, donde cuestiona la gestión por el Cabildo palmero del problema del dióxido de carbono, al considerar que se vulneran los derechos de la población evacuada desde hace ya 18 meses.

Para llegar a la tumba de sus seres queridos ha caminado sobre las coladas de lavas para llegar al nicho donde se encuentran enterrados sus padres y abuelos maternos. El cementerio fue alcanzado por un flujo de coladas el 25 de noviembre de2021, enterrando bajo la lava gran parte del cementerio. El nicho de su familia está rodeado de lavas, por detrás, junto a Montaña Rajada, y enfrente de esta tumba.

«Caminar sobre esta colada constituye un acto de desobediencia civil, ya que se encuentra en la zona de exclusión según el Decreto del Cabildo de La Palma 2022/9435, de 21 de octubre de 2022», ha dejado claro Rodríguez Pulido.

Cementerio de Las Manchas, tras la erupción. / I LOVE THE WORLD

Se queja de que el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane nunca le ha remitido información personal del estado del nicho. «Solamente, al preguntarles, me enseñaron una fotografía, tomada desde el suelo y desde fuera de las coladas, en las que la impresión era que el nicho estaba enterrado bajo coladas; sin embargo, estaba convencido de que se había salvado, ya que gracias a la fotografía tomadas por I love the World, el día después de llegar la lava a este lugar, y una visita en mayo de 2022 me confirmó que estaba a salvo», explica.

En el vídeo que él mismo ha grabado, y que ha cedido a EL VALLE, se aprecia cómo no puede contener las lágrimas ante la última morada de sus padres, en un día tan señalado como el del 19 de marzo. Su madre recibió sepultura en agosto de 2020. Se emocionó también porque otros nichos, algunos parientes suyos, están bajo la lava. E igualmente por la impresión que le ha dado al mirar hacia la montaña de Todoque, y observar cuánto patrimonio está bajo ese gran manto negro.

Cementerio de Las Manchas, tras la erupción. / I LOVE THE WORLD

Diez meses después de su anterior visita ha regresado a este cementerio. Recuerda que el Día de Finados en noviembre pasado se prohibió entrar en este camposanto. Ese día fue muy triste para él cuando tenía que depositar las flores en un cubo encima de un muro, lejos de sus difuntos. A pesar de ello, algunos caminaron sobre las lavas y dejaron las flores en agua sobre las coladas.

En contra de los borradores de los decretos ley

Con este acto de protesta asegura que quiere hacer también «un llamamiento a la unidad y la demanda de derechos que no están siendo atendidos, un grito de desesperación ante la tormenta perfecta que suponen los decretos de recuperación de la normalidad residencial y de reordenación parcelaria para las personas afectadas y los nuevos afectados».

Critica Rodríguez Pulido que  en los decretos ley cuyos borradores ya se han conocido «hay una evidente exclusión del derecho de propiedad», «la zona de protección cautelar es extensísima, y para los afectados el derecho de acceso y de reconstruir viviendas o fincas, en algún momento de sus vidas, está vetado, con la excusa de que coladas de más de cinco metros de grosor no habrá posibilidad de intervención».

«El dolor y la angustia de los afectados es peor», prosigue este físico-químico, «cuando la opción de expropiación o adquisición por el Estado y el Gobierno canario asigna un pago ridículo lejos del valor que tenían antes de las coladas». Además, a su juicio, «la opción de nuevo suelo urbanizado crea nuevos problemas, y nunca equivale a la superficie que tienen ahora de lava».  Por ello, considera que «el Gobierno canario, con el plácet del Cabildo y los ayuntamientos del Valle de Aridane, va a hipotecar miles de vidas, alargando las soluciones de recuperación y vuelta a una vida digna».

La propuesta de ordenación del suelo que contiene el borrador del proyecto del ley.

En contra del criterio que se establece en los citados borradores de los decretos ley de la reconstrucción residencial y agraria, Rodríguez Pulido propugna que «volver debe estar sobre la mesa de cualquier solución», porque, además, «volver a las coladas es posible», y opina que «no hay excusa, ni siquiera que las coladas estén aún calientes, para una protección de tanta superficie, y con una compensación injusta para los actuales afectados, como tampoco hay excusa de que las coladas están aún calientes».

Para sustentar esta opinión, esgrime casos en otros lugares del mundo: «Se ha podido construir edificios sobre 50 metros de coladas del Etna en el refugio Sapienza en Sicilia, o sobre las coladas de lava del Kilauea de 1992 y 2018, del volcán Fogo de 2014 en Cabo Verde. Pero también se ha construido y creado economía agrícola sobre las coladas de San Juan y Teneguía. O incluso sobre las coladas de Garachico».

Cementerio de Las Manchas, tras la erupción. / I LOVE THE WORLD

Abundando en su alegato, sostiene que «necesitamos volver, porque coladas son nuestras, de cada uno de sus propietarios: Todoque existe, porque existe su gente, y la de todos los pagos que se llevó el volcán, Paraíso, Los Campitos, Pampillo, Pastelero, El Pedregal, etc.»

«Mi acto de desobediencia es un grito por la unidad de todas las personas afectadas; nadie debe sentirse con su vida resuelta y mirar para otro lado; y yo , personalmente seguiré en mi empeño y solidaridad con los vecinos y vecinas de Puerto Naos y La Bombilla y todos aquellos que perdieron su patrimonio por el volcán», concluye este palmero que se ha convertido en un activista de los derechos de la población damnificada por la mayor catástrofe volcánica de Europa en el último siglo.

 

 

 

ACTUALIDAD

spot_img

Te puede interesar