El médico Aldo González Brito, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Laguna (ULL) y miembro del comité de expertos del Plan Insular de Emergencias de La Palma (PEINPAL), defiende que «hay que quitar el miedo» a convivir con (salvo puntos concretos con altas concentraciones) la «pequeña» emisión difusa dióxido de carbono (CO2) en Puerto Naos y La Bombilla y permitir el retorno seguro de la población que quiera volver, gracias a la red de alerta que se está implantando tanto en el interior como en el exterior de edificios. «Va a ser la población más cuidada del mundo en cuanto a exposición a CO2», enfatiza.
González Brito participó por videoconferencia en un acto organizado por la Plataforma Jaraco de Afectados de Puerto Naos y La Bombilla, barrios que siguen evacuados desde septiembre de 2021 (salvo 159 viviendas a las que se les ha permitido recientemente retornar).
«Ya lo pedí hace año y medio»
En este encuentro público con las personas desalojadas intervinieron el presidente del Cabildo, Sergio Rodríguez; el comisionado estatal para la Reconstrucción de La Palma, Héctor Izquierdo, los científicos Nemesio Pérez (INVOLCAN), Carmen López (IGN) y Francisco Rodríguez Pulido (químico y, junto con Aldo Rodríguez, máximos defensores de agilizar el retorno de la población con un protocolo de seguridad).
En su intervención, el médico palmero mostró su satisfacción porque el Cabildo, con el nuevo equipo gobernante, promueva una segunda fase en la gestión de esta emergencia con ambos núcleos que ya él defendió «hace año y medio»: «Los sitios más peligrosos ya se sabe cuáles son y ahora se va a hacer algo que no se ha hecho: establecer mecanismos para controlar el riesgo».
Estudio con la población afectada
Destacó que el país que mejor ha controlado este riesgo es Canadá, donde desde 1987 se ha fijado un nivel máximo de 1.000 partes por millón de CO2 «como margen de seguridad» y puso de relieve que con la exposición continuada a esas concentraciones «no están descritos problemas de salud».
En este sentido, dejó patente que se harán pruebas analíticas a la población para estudiar los posibles efectos del CO2.
Y llamó la atención de que «hay calles en Puerto Naos con los mismos niveles de CO2 que en Los Llanos de Aridane».
Pero reiteró que «es prácticamente imposible que alguien que se mueva por todos sitios no pase por donde no haya 1000 o 1.500 ppm, pues en una casa en Navidad se pasa de ese nivel y no ocurre nada si es puntualmente, ya que el CO2 tiene une efecto acumulado».
Sólo altas concentraciones en Playa Chica
Apuntó que la playa de Puerto Naos es una zona donde no hay peligro, salvo en Playa Chica, «del risco hacia la izquierda», donde el problema está arriba, en el fondo de este tramo del litoral, «donde empieza el cemento y las calles».
Ventilación mecánica
También propuso que se empiece ya a instalar ventilación mecánica en los bajos de los edificios, incluyendo las empresas, puesto que opina que los habitantes deben poder tener servicios para no tener que ir lejos a comprar todo.
«El CO2 es un problema de hacinamiento y de falta de ventilación, así lo ven en Canadá, y se combate, por tanto, con el máximo de ventilación y el mínimo de hacinamiento de personas en espacios interiores; ese debe ser un código de conducta en Puerto Naos y La Bombilla por sus condiciones especiales», señaló este médico.
«Más seguridad con el CO2 que en ningún otro lugar del mundo»
En varias ocasiones durante su alocución insistió en que con la red de alerta por CO2 «Puerto Naos y La Bombilla van a tener más seguridad sobre este gas que en ningún otro país desarrollado del mundo, porque nadie en ningún otro lugar tiene un sensor en su casa y en la calle por donde pasa, así que tenemos que quitarnos el miedo e invertirlo, darle la vuelta; será un proceso muy garantista para la salud».
En otro momento de su intervención, propugnó que con la red de medidores que se está desplegando, y con la que se tendrán valores de CO2 cada 15 minutos, se utilice el promedio de 24 horas para estimar la exposición a la que se somete una persona, lo cual «se parece más al criterio de salud», y también se podrá tomar como referencia el promedio de los 30 días anteriores.
«El riego cero no existe»
Previno de que el riesgo cero no existe nunca y apeló a la responsabilidad de cada persona para autoprotegerse. Para ello puso ejemplos de otros fenómenos naturales como la calima (que, cuando es intensa, hace que se llene el hospital de personas con problemas respiratorios) o las olas de calor, que han provocado decenas de muertes en Canarias.
En cuanto al retorno de la población a sus viviendas, abogó por «priorizar a quienes piden volver» para instalar los sensores, de modo que «en dos o tres semanas ya se sabe el comportamiento del CO2 en una vivienda, porque en las viviendas no hay picos y los niveles son más estables», mientras que «en la calle sí puede haber picos espectaculares hasta 20 cm del suelo o en la tapa de una alcantarilla».
«Todo esto lo defendí hace año y medio y me alegra que haya sido el presidente del Cabildo el que lo haya hecho», agregó el profesor de Fisiología de la ULL.
El Cabildo «no escatimará medios» para buscar soluciones
Los cargos públicos y la científica del IGN explicaron que la ventilación de espacios interiores requerirá un estudio pormenorizado de cada caso, para bajar las concentraciones de CO2 a 700 ppm. El presidente del Cabildo se comprometió a «no escatimar medios para buscar soluciones» que permitan el retorno seguro a Puerto Naos y La Bombilla, y con tal fin se han encargado informes técnicos por valor de 200.000 euros para estos métodos de ventilación, un dinero que aportará el Gobierno estatal pero que ha prefinanciado el Cabildo.
