«Duele que se pongan tantas medallas quienes nos expusieron a la ruleta rusa de la erupción por no evacuarnos»

A sus 37 años, la catástrofe volcánica de 2021 cambió de repente el plan que tenían para su vida Viero Hernández, arquitecto, y su novia madrileña. En La Palma pusieron en marcha tres villas turísticas con una finca de viñedos en Las Manchas. Ahora, mirando atrás, confiesa que le resulta «doloroso es insultante» ver cómo se han puesto tantas medallas científicos y políticos «cuando en realidad deberían estar frustrados, de luto y llorando, porque, al no evacuar a la población, no pudieron evitar exponernos a un riesgo mortal”.

Y es que la peligrosa explosión que dio inicio a la mayor catástrofe volcánica del último siglo en Europa ocurrió con los afectados en sus casas, y en el caso de este empresario turístico, con turistas en sus villas. «Si el volcán al entrar en erupción no mató a nadie fue un milagro», enfatiza, indignado por lo ocurrido, 19 meses después del inicio de este fenómeno geológico.

Las villas turísticas de Viero Hernández, en el momento en que las alcanzó la lava.

En los días y horas anteriores al comienzo de la pesadilla sus villas turísticas estaban ocupadas. Desde el primer momento de la catástrofe se dio cuenta: “De milagro la erupción no mató a estos turistas», insiste, «porque el volcán entró en erupción a solo 600 metros de mis villas turísticas, sin que ninguna autoridad avisara para ponerse a salvo”.

Recuerda que él se encontraba en Tazacorte y ese fin de semana estaba preocupado por los terremotos, por lo que llamó a los turistas para ver cómo se encontraban.

Las Manchas, donde tenía Viero Hernández sus villas. Todo está sepultado ahora por la lava. / I LOVE THE WORLD

“Los catalanes me decían que tenían que salir a la piscina porque dentro de la vivienda se agobiaban”, evoca.

Asegura que intentó tranquilizarlos porque el Cabildo había transmitido calma. Aunque el domingo 19 de septiembre de 2021, antes de la erupción, esos turistas de Cataluña le dijeron que iban a buscar otro sitio donde alojarse porque no les parecía normal la ola de sismos que estaban notando.

Y la realidad se impuso: la tierra se abrió pasadas las 15:10 horas en la zona de Cabeza de Vaca sin previo aviso de las autoridades del Cabildo y el Gobierno canario, sorprendiendo a la gente en las viviendas. “Fue la suerte, y no el plan de emergencias, lo que evitó en ese momento desgracias personales”.

Recuerda Viero Hernández que incluso hay testimonios de personas que llamaban a la Guardia Civil porque les hervía el agua en el baño.

Vista aérea parcial de la zona destruida por el volcán. / I LOVE THE WORLD

A esos turistas noruegos la gestión de la emergencia les pareció “vergonzosa” aunque a los catalanes “que saben dónde vivimos, estaban ya desengañados” y no les extrañó tanto. Todos ellos tuvieron que dejarse las maletas detrás. Tal fue el caos que reinó en esos instantes al no activarse el semáforo naranja y evacuar a la población.

La experiencia de perder estas propiedades la relató en el siguiente vídeo que publicó en su canal de Youtube Especialista 3d , en el que muestra el proceso de construcción y el de destrucción de estas viviendas: 

La decepción de este arquitecto es mayúscula: “Uno se pregunta para qué pagamos a científicos si no es para hacer la utilidad pública de la evaluación de riesgos y asegurar el patrimonio privado y la vida de la población, no para escribir libros, ampliar su currículum con artículos y llenar auditorios” con sus conferencias sobre esta erupción.

De ahí que su análisis sobre la labor de los científicos ante ante esta catástrofe sea demoledor: “Creo que se han decapitado profesionalmente, porque no han evitado poner en riesgo a tantas personas y que se destruyeran sus enseres y objetos personales como se ha destruido; eso quedará en los anales de la Historia».

A Viero también le indigna que antes de la erupción en el comité científico del PEVOLCA se manejaran mapas y datos actualizados sobre la zona donde era más probable que explotara el volcán  lo ha dicho la miembro del IGN Carmen López) y sin embargo la población no dispusiera de esa información para saber a qué atenerse: “Esos datos eran vitales, porque eran la diferencia entre la vida y la muerte, y fue todo una ruleta rusa”.

Por eso, confiesa que le “duele como damnificado ver cómo algunos científicos presumen de haber acertado en sus pronósticos, demostrando poca sensibilidad en declaraciones publicas”.

 

Igualmente, muestra su estupefacción por las declaraciones que hizo en un documental televisivo el ingeniero y funcionario del Cabildo Amílcar Cabrera en el sentido de que no alertó ni evacuó a la población con antelación porque hubieran tacho a las autoridades de “alarmistas”.

Yendo aún más atrás en el tiempo, el de la planificación territorial y las licencias de obras, este arquitecto se queja de que jamás se advirtió del riesgo volcánico a nadie, ni de la conveniencia de un seguro frente a este tipo de siniestros tan destructivos.

La erupción, a principios de octubre de 2021. / I LOVE THE WORLD

“Ahora sabemos que el riesgo es demasiado alto como para no legislar eficazmente y no informar las Administraciones públicas, pues para las autorizaciones y licencias, cero información sobre el riesgo volcánico”. En su caso, solo tenía las villas aseguradas contra incendios, lo que apenas le cubrió un tercio de la inversión.

Los meses pasan y, desde Madrid, donde reside y trabaja, este arquitecto no para de pensar en que las cosas pudieron ser de otra manera. Aunque la catástrofe era inevitable, una parte del sufrimiento se hubiera podido ahorrar si las Administraciones públicas no hubieran mirado para otro lado durante muchos años y también si hubieran activado el semáforo naranja cuando la naturaleza dio señales suficientes para concluir que la catástrofe era inminente.

ACTUALIDAD

spot_img

Te puede interesar