Cinco asociaciones de vecinos de los barrios afectados por la erupción volcánica echan de menos «un plan de verdad» para que la población damnificada pueda tener «certidumbres» y «esperar dignamente» cómo rehacer sus vidas, y denuncia que el dinero de las ayudas «no ha terminado de llegar a las cuentas y bolsillos de los afectados»
Así lo han manifestado en un comunicado conjunto, a modo de balance del primer año desde el comienzo de la erupción, los presidentes de las asociaciones de vecinos de La Laguna (Marcelino Rodríguez), La Bombilla (Gabriel Rodríguez), El Remo (Ezequiel Sánchez), Todoque (Roberto Leal) y Jennifer Sánchez (presidenta de Las Manchas), que ha actuado de portavoz de estos colectivos, quienes han reclamado soluciones que «no dejen a nadie atrás», incluyendo a quienes «se han visto obligados a marcharse» de La Palma.
Atestiguan que los vecinos de la zona «están cansados de ver cómo pasa el tiempo -se dice pronto 12 meses ya-, un año y muchos en situaciones de decadencia y pobreza que antes no padecían». Lo sostienen estos representantes ciudadanos además en un vídeo que divulgaron, grabado con la imponente figura del nuevo cráter al fondo, en un paisaje que nada se parece al que había hace poco más de un año, producto de este inapelable fenómeno de la naturaleza.
«Somos los primeros que desearíamos salir a decir lo contrario, a celebrar que todos estamos bien, a celebrar que las diferentes Administraciones -Gobierno de España, de Canarias, Cabildo de La Palma y ayuntamientos- han logrado trabajar juntos e ir de la mano pensando como deben y que han logrado ya empezar a llegar soluciones para todos; pero la realidad no es esa y somos los primeros en lamentarlo», sostienen los cinco representantes vecinales.
Necesidades barrio por barrio
En un repaso barrio por barrio de su situación actual que presenta cada uno, destacan que «Todoque, bajo la lava», tiene a sus vecinos «dispersos», algunos aún en hoteles, «y a la espera de soluciones, información y permisos, y un largo etcétera» de necesidades.
Sobre La Laguna, exponen que es «un barrio dividido» por las coladas, ya que parte se quedó bajo la lava y parte de la población pudo regresar a sus casas, pero piden que se les abra el acceso por donde se les prometió en diciembre pasado, y se quejan de que «desconocen la realidad del proyecto que se está llevando a cabo», porque «no se les informa».
Además, protestan por no haber recibido respuesta de las Administraciones públicas de un escrito que presentaron en noviembre de 2021, en el que reflejaban «39 cuestiones de inquietudes de sus vecinos».
Por lo que respecta a Las Manchas, «barrio muchas veces olvidado», ponen de relieve que es una zona que «ha cambiado por completo», con parte bajo la lava, y aluden «a quienes ni siquiera fueron informados y se dejaron allí todo, todo».
Reclaman además «certezas y claridad para aquellos a quienes aún no dejan acceder a sus viviendas, y que se les retire la basura que inunda el barrio, que se les arreglen los accesos» y que se limpie la ceniza que les encierra en las casas cada vez que llega viento.
Igualmente, solicitan que se mejore el servicio de la sanidad pública, no solo para Las Manchas sino para toda la zona sur, pues se quejan de que a las 10 de la noche se cierra la comunicación con el resto del Valle de Aridane.
En referencia a El Remo, recuerdan su circunstancia de barrio de pescadores «luchadores» «tan alejado y con tanta falta de servicios», que ahora sus habitantes «ven más lejos que nunca».
Sobre La Bombilla, sus vecinos quieren «confianza y creer en que se buscarán soluciones para poder volver lo antes posible». Y lo mismo con los residentes de Puerto Naos, que son los dos núcleos aún evacuados por la presencia de dióxido de carbono (CO2). Las asociaciones piden que se escuchen las peticiones de ambas poblaciones, y que los técnicos busquen soluciones para unos vecinos que quieren volver a sus hogares y empresas, «pero que sobre todo quieren entender, pues la lógica de lo que se ve a veces es mas fuerte de las pruebas que les presentan».
«NO NOS ESCUCHAN LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS»
Los máximos responsables de las citadas entidades ciudadanas se quejan de que los responsables públicos no escuchan sus peticiones: «Nos vemos envueltos en el agotamiento del día a día, en una lucha que no debería ser tal, para que nos entiendan y vayan de la mano con nosotros porque así ya hubiéramos conseguido muchos logros más; es cierto que se ha trabajado -no lo negamos y lo reconocemos-, pero muy cierto también que es demasiado lo que falta». Por ello, reclaman que las Administraciones publicas «escuchen de verdad a la ciudadanía, en vez de poner excusas y problemas».
«Necesitamos un plan de verdad», insisten, «sobre qué, cómo, cuándo, dónde para cada una de las familias, para cada uno de esos negocios, para los agricultores, para los ganaderos, para los pescadores, para los viticultores, para el sector platanero, el sector servicios, para el turismo, para todos». «Para los que están bajo la lava, familias negocios, fincas, primeras y segundas viviendas, viviendas vacacionales, etc, para los que están rodeados de lava, para los que están pegados a la lava o muy próximos a ella, para los que están en zonas aún sin acceso por los gases, para los que están en la zona sur tierra muchas veces olvidada, para los que aún no pueden regresar por problemas de accesos».
Dicho esto, señalan que son sabedores de que se trata de «una gran catástrofe que nadie se esperaba» y aclara que no están buscando «culpables» pues saben que» la naturaleza cuando quiere puede y no hay quien la frene», pero sí exigen «eficiencia en los pasos que se den a partir de ya», que se sienten con ellos quienes gobiernan «y que marquen prioridades, las sigan y las comuniquen; y siempre hay tiempo de escuchar y mejorar todo aquello que es mejorable».
Abundan los dirigentes vecinales en que con participación de los afectados se pueden aportar «muchas cosas geniales e ideas que entre todos salen mejor, y todo ello sin menospreciar nunca a los expertos y profesionales».